Sobre la educación: enseñar a pensar
El profesor y académico de la RAE Emilio Lledó recoge en su libro "Sobre la educación" (Taurus, 2018) un texto muy poco conocido de Inmanuel Kant escrito en 1765, cinco años antes de alcanzar la cátedra de Metafísica y Lógica de la Universidad de Könisberg.
Toda enseñanza de la juventud encierra en sí misma cierta dificultad. Nos vemos forzados a adelantarnos con la inteligencia a los años; y sin esperar la madurez del entendimiento, hay que dar conocimientos que, según el orden natural, sólo pueden ser captados por una razón ejercitada y avezada […].
El progreso natural del conocimiento empieza formando, en primer lugar, al entendimiento al llegarse por la experiencia a juicios intuitivos y, a través de ellos, a conceptos que, en relación con sus fundamentos y sus consecuencias, pueden además ser reconocidos por la razón y, finalmente, por el bien organizado complejo de la ciencia, y así la enseñanza debe tomar el mismo camino.
Lo que hay que esperar, pues, de un profesor es que, en primer lugar, forme en sus oyentes al hombre de entendimiento, después al de razón y, por último, al sabio. Tal proceder tiene la ventaja de que si el alumno no llegase al último peldaño, como suele ocurrir normalmente, algo habrá ganado, sin embargo, de esta enseñanza, y se habrá convertido, al menos para la vida, en alguien más experimentado e inteligente.
En una palabra: no debe enseñar pensamientos, sino enseñar a pensar. Al alumno no hay que transportarle sino dirigirle, si es que tenemos la intención de que en el futuro sea capaz de caminar por sí mismo.